Mi nombre de consagrada es Madre Jesusmerling Poche. Nací en la República Dominicana y soy la cuarta de cinco hermanos. A la edad de 21 años emigré a USA para estudiar y buscar un mejor futuro. Varios años después producto del fallecimiento de mi padre me sumergí en una tristeza profunda y en una vida sin esperanza. En la primera Misa de aniversario de muerte de mi padre recibo la invitación a participar en el grupo juvenil de la parroquia Sagrado Corazón del sur del Bronx (Nueva York) donde vivía. Con ansias esperé el día para participar en el grupo juvenil y distraerme un poco de la vida sin vida que estaba viviendo. El día llegó y en vez de irme al grupo juvenil entre por equivocación al grupo de oración de la Renovación Católica Carismática. Dios tenía el propósito de cambiar mi lamento en gozo y sanar mi soledad y tristeza por una vida con propósito y así lo hizo. Después de varios años entregada a su servicio el Señor me hizo la invitación más hermosa de mi vivir: a "dejarlo todo por el Todo", que es Dios. Así lo hice y hoy después de más de veintitrés años de Vida Consagrada a Su servicio puedo decir que ha sido la mejor inversión de mi vida. El Señor me ha mostrado a lo largo de los años que Él es mi norte y me acompaña en todas las etapas de mi vida. Busco como misión personal plantar la "Bandera del amor" en un mundo tan turbulento que pide a gritos que le amen. Dios es amor y con su amor sanaremos las dolencias del otro, con amor se terminarán las guerras, por amor se encontrará la cura para las enfermedades y por amor se ha entregado Jesús para que tú y yo tengamos vida eterna.
“El ministerio y la presencia de las hermanas de la orden Siervas de Cristo Resucitado son un testimonio y un servicio invaluables para la Iglesia en Grand Island”.
- Obispo Joseph G. Hanefeldt